Cuando la intuición nos guía
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Estaba navegando por Internet, cuando he visto esta frase y he recordado los proyectos en los que he participado y en la confianza que los clientes me han ofrecido para realizarlos.
No todos han sido iguales y es que la actitud de las personas influye mucho en el resultado de un proyecto.
Siempre he intentado ofrecer lo mejor de mí en todos los trabajos. Por otra parte, cuando no hay cortapisas, no hay condiciones y te dan total libertad es cuando realmente surge algo diferente.
Recordando cuales han sido los mejores proyectos, puedo decir que todos han tenido un punto en común, la fe que han tenido en mí y en mi trabajo. Aún sin conocerme, ni conocer mi forma de trabajar.
Me han dado total libertad para crear, lo he disfrutado y el resultado ha sido excelente.
Ilusión y disfrute, todos hemos salido ganando. Por todo ello gracias.
¿Qué más se puede pedir a un nuevo proyecto?
Con el paso del tiempo las cosas van cambiando y ahora el contacto se produce vía email o por teléfono, la rapidez se impone, no hay tanta interacción presencial de tú a tú. Por eso, siempre que es posible me gusta tener una cita en persona.
Cuando tenemos una persona de frente nos da mucha más información. Además de lo que dice, la mirada, los gestos, todo nos cuenta algo lo que muestra y lo que no se ve. Nos da la oportunidad de conocernos mejor y saber si es posible una buena conexión para llevar a buen puerto las expectativas de ambas.
Sin embargo, eso no quita para que también a través del teléfono se pueda producir esa conexión.
En la última sesión con un cliente, le estaba asesorando sobre lo que podía hacer para conseguir su objetivo, cuando le hablaba lo hacía sintiendo que era una certeza y ella también lo percibía así. Ella sentía que le entendía que lo que le decía iba a ser así y yo también lo sentía. Fue un momento mágico, teníamos fe.
A veces no siempre se conecta de la misma forma con todas las personas. Con algunas sentimos que tenemos más afinidad y es más fácil.
Interesante reflexión… ¿no os parece?