¿Por qué nos sentimos bien en la naturaleza?
Hace miles de años, el hombre vivía en sintonía con la naturaleza, los sentidos estaban mucho más desarrollados, el olor, la vista, el oído, el gusto y el tacto les permitía sobrevivir en su día a día. También les ayudaba a percibir el peligro.
Estaban integrados con su entorno natural.
El arte del Feng Shui surgió a través de la observación de la naturaleza, de las montañas, los ríos, el cielo y como interactúa con las personas.
Siempre hemos formado parte de ella, sin ella la vida seria muy complicada.
Interactúa con nosotros y nos afecta.
Hasta el punto de que todos nuestros sentidos se relajan cuando disfrutamos de ella.
Cuando contemplamos una puesta de sol, un amanecer, caminamos por el bosque o por la playa, nos relaja.
Si además prestamos atención a los colores, los olores, los movimientos que puede provocar el aire sobre los árboles, sobre nosotros mismos, la textura de las plantas, de las rocas, de la arena vamos entrando en un estado de bienestar.
En la montaña, las rocas con formas de superficies irregulares. Los árboles con sus tramos rugosos no siguen las líneas rectas que hay en las ciudades. Sus ramas se abren en múltiples direcciones y sus hojas siguen patrones en los que no aparece la línea recta.
En los ríos también vemos suaves curvas.
En la playa, la arena se ondula suavemente, el agua del mar siempre muestra curvas en su superficie, tanto si está tranquila como si hay grandes olas.
En las ciudades el espacio está dividido por líneas rectas y horizontales. Las paredes de la mayoría de los edificios (hay alguna excepción) son verticales.
Los techos y suelos, que contienen nuestras casas, soportan sillas, mesas, son paralelos y perpendiculares a las paredes.
Actualmente vamos tan deprisa, que apenas nos paramos a mirar, a observar con calma, con detenimiento, ser consciente de los olores, de los sonidos, de los objetos que nos rodean….
Hace tiempo que leí que los japoneses se van a dar paseos por la naturaleza, les llaman Shinrin-Yoku.
Consiste en caminar por la naturaleza con los cinco sentidos. Una técnica que promete hacernos mas saludables, creativos y felices.
Es la mejor medicina, es ilimitada, siempre esta ahí, cuando quieras, el tiempo que desees para ti.
¿Cómo puedes trasladar esa sensación a tu hogar?
Piensa en algún momento en el que te sentías especialmente bien y replícalo. Como era ese lugar, que es lo que te rodeaba, formas, colores…..
Quizás puedas tener una terraza o pequeño balcón, lleno de plantas, flores con su agradable aroma, si además se acercan los pájaros y los escuchas, un lujo para tus sentidos…
Además el acto de plantar, regar, cuidar para que estén siempre sanas, nos permite disfrutar de su evolución, nos hace sentir mejores.
Si estás en la playa, el sonido del mar, el gemido melancólico de las gaviotas, ese olor a mar. Sumergirse en el agua es otro de los grandes placeres que nos regala la naturaleza.
En el bosque, un río puede llevarnos también a ese estado, con el murmullo del agua y rodeados de naturaleza….
No hay más que recordar que los niños después de un baño, se relajan y se duermen placidamente.
¿Y a ti que te relaja?
Photo Stephen Leonardi
Jose luis ramos bastarrica
Maestra en el arte de mostrar con tan solo sugerir.
necesitamos reencuentros con el todo circundante.
tenemos pendiente un te, entre maestra y alumno.
hoy me conformo con una sonrisa y un gracias.
mañana sabe dios…
como interlocutor entre naturaleza y humano…
te damos las gracias desde la piel del bosque.gracias….